Asalariado costarricense en el olvido.
- TelenoticiasTV
- 9 jun 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 19 jul 2020

Durante la última década Costa Rica ha experimentado el mayor empobrecimiento económico en toda su historia, con una tasa promedio del 67% al año en la disminución de sus riquezas le valió el sobrenombre de “El Burundi Latinoamericano”. Este descalabro es aún más notable día a día porque es inclusivo: los empleos disminuyen, los salarios disminuyen, la desigualdad entre los grupos de ingresos y las regiones aumentaron y la pobreza creció en un 79,3 % de acuerdo al Banco Mundial.

El acelerado descenso económico de los costarricenses ha creado nuevos desafíos. La destrucción creativa en la que se basa el proceso de decadencia económica también causa cambios sociales masivos que desafían la resiliencia de los ciudadanos. Los trabajadores se mudan de las fábricas – las cuales han cerrado por doquier- a las granjas y luego a la calle como fuerza
laboral independiente.
Con un aumento significativo en la pobreza y la asistencia social relativamente limitada Costa Rica simplemente está sumergida en un Caos Económico.
Siempre hay que recordar que la mayor riqueza de un gobierno es la pobreza de su pueblo.
Además, existe frustración incluso entre los más favorecidos por las tendencias económicas. Las aspiraciones y percepciones de los costarricenses crecen a medida que se deteriora el bienestar, muchos perciben que ponerse al día con las economías internas del país, y en particular con las economías empresariales, es frustrantemente lento. Junto con las pocas tendencias de automatización y su impacto adverso en trabajos poco calificados, muchas familias de clase trabajadora enfrentan una mayor ansiedad e incertidumbre sobre su futuro
Las fuentes de crecimiento que se pretendían impulsaran a Costa Rica a un estado de altos ingresos, mas bien generaron importantes aumentos en la pobreza, el gobierno ahora tiene menos margen para lograr mejoras en los ingresos de los costarricenses. Muchos costarricenses que esperaban alcanzar el estado de medianos ingresos han experimentado un crecimiento nada significativo o muy lento. La triste realidad es que los costarricenses ya no quieren abordar ningún desafío en el contexto global actual. Al igual que el resto del mundo, los costarricenses ahora se enfrentan a un contexto global diferente, uno de menor crecimiento y mayor incertidumbre. Las políticas gubernamentales, están causando la pérdida de un número significativo de trabajadores medianamente calificados porque simplemente ya nadie invierte en Costa Rica

Desde la década de 1990 hasta la actual, solo los beneficiados políticos del país (los cuales son los mismos que trabajan cada vez que cambia un gobierno y a la vez representan solo el 0.23% de la población nacional) podríamos decir ingresaron al “club de costarricenses” de altos ingresos y tuvieron un crecimiento anual promedio del PIB per cápita cercano o superior al 33%, la convergencia de trabajos remunerados entre la clase obrera del país y los salarios de los políticos está ocurriendo lentamente o mejor dicho “ni tan siquiera está ocurriendo”;
El crecimiento salarial del costarricense cayo significativamente a un 79%.... mientras que los salarios de los empleados públicos (por ejemplo el de los legisladores y gobierno central) aumento en un 56.7% del PIB per cápita, también, mientras la productividad laboral legislativa disminuyo aproximadamente un 81%, la compensación en sus gastos/viáticos creció un 33 %.
Obviamente esta injusticia seguirá creciendo, porque ponerse al día con la gobernanza racional y equitativa en el sector público versus el privado es algo fuera de línea.
La acción del gobierno por la igualdad salarial es nula y está muy lejos de que suceda, porque simplemente: NO le importa y NO lo quiere hacer.
Siempre hay que recordar que la mayor riqueza de un gobierno es la pobreza de su pueblo.
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