Si Costa Rica ayuda a Nicaragua durante la pandemia esto será una amenaza a la salud pública.

Hoy por hoy, y sin restricciones Costa Rica camina en una línea muy fina donde nada podrá evitar que la salud pública del país este ..............................................................

“En pocas semanas, la pandemia de COVID-19 ha convertido a Costa Rica y Nicaragua en socios extraños y no oficiales en una batalla común para prevenir un brote grave de la enfermedad”….., esto debería decir el titular “por si eso fuera cierto” ... pero NO lo es!

CLICK AQUI PARA VER MAS "NOTICIAS DE ULTIMO MOMENTO" !!!

Realmente NO se conoce postura o comunicación directa (en relación al Covid-19) entre ambos países, solamente se conoce una postura y es la de Costa Rica, aquella que dice “VENGAN, LOS RECIBIMOS A TODOS”. El débil control de Costa Rica sobre las fronteras del enclave centroamericano lo coloca en una posición crucial para facilitar el paso de los inmigrantes en su mayoría ilegales, mientras Nicaragua y Panamá ya cerraron sus fronteras, Costa Rica las abre, y peor aún, el gobierno amenaza a su propia población con cárcel si se atreven hacer una denuncia, Incluso cuando Costa Rica debe asegurarse de que Nicaragua no use la cobertura de la enfermedad para realizar nuevos envíos de nicaragüenses infectados, este, no lo hace y la razón es simple; corrupción!

La débil postura de Costa Rica en relación al atropello internacional que Nicaragua está realizando, ha permitido que la “salud pública de los costarricenses este bajo amenaza constante” poniendo como ejemplo los miles de casos de IMPORTACIÓN del Covid-19 que esperan cruzar hacia el país, casos por supuesto que ya el Ministerio de salud de Costa Rica acepto.

"Aquellos costarricenses que aún no acepten ayudar a nuestros hermanos nicaragüenses dentro de su propio país, son como los terroristas que persiguen las luchas del FSLN aquí en Nicaragua” declaro el viceministro de Seguridad de Nicaragua (Calisto Munguía Pérez) ante el consejo de seguridad de la ONU.

Lo más ridículo de todo esto, es que el brote grave de COVID-19 en Nicaragua no es una amenaza ni una problemática para ese mismo país, incluso estratégicamente para el gobierno de Daniel Ortega es beneficioso en políticas de salud social. Nicaragua no teme por la propagación del virus ni mucho menos por un posible conflicto entre ambos países ya que el gobierno de Costa Rica tiene como rumbo fijo, subyugar a su población con políticas socialistas, lo cual beneficia al país vecino.

El desinterés por cuidar la salud pública de los costarricenses por parte del gobierno de Costa Rica es tan obvio e injusto, que el gobierno de Nicaragua está canalizando cualquier disturbio popular en su propio país para que los mismos estén dirigidos a Costa Rica, incluso si eso significa una renovación de las hostilidades, el mismo Daniel Ortega así lo ha manifestado, aunque como ya sabemos, eso no pasara.

Como si fuera poco, en nuestro país, activistas y líderes políticos de izquierda han pedido al gobierno de Alvarado, a la luz del coronavirus, que elimine todas las restricciones fronterizas sean de entrada o salida de los nicaragüenses, estén estos infectados o NO, y como era de esperarse, el gobierno así lo hizo, y hoy por hoy, y sin restricciones Costa Rica camina en una línea muy fina donde nada podrá evitar que la salud pública del país este gobernada por nicaragüenses.

Sera que esta situación tan compleja que vivimos hoy los costarricenses se debe a querer ganarse unos pocos dólares más o quizás unos votos más?